Construmart logra arrendar centro de bodegas en estratégico sector de Santiago pese a escasez de espacio

El mercado de bodegas se mantiene más dinámico que nunca, y prueba de ello son las condiciones cada vez más difíciles para acceder a este tipo de inmuebles, que sean amplios y estén bien ubicados, sobre todo para aquellas empresas que se encuentran en medio de un proceso de expansión.

Y es en este sentido que en medio de una escasez de metros cuadrados, grandes empresas han debido apostar por arriendos a largo plazo, como es el caso de la cadena de materiales de construcción, Construmart, que por estos días cerró un contrato de alquiler a 20 años - que cuenta con una cláusula de salida unilateral al séptimo año- con la Sociedad Comercial y de Inversiones Don Nicanor Limitada a través de un proceso gestionado por la consultora de servicios de asesoramiento en real state, Colliers.

El inmueble en cuestión, que según fuentes cercanas estaba destinado hasta hace poco a operaciones de la empresa Sodimac, cuenta con una superficie aproximada de 30 mil m2 de bodegas y está ubicado en un sector estratégico de la capital, en calle Alberto Pepper, comuna de Renca. Y su nuevo funcionamiento de la mano de Construmart se enfocará en el plan de expansión de la firma que pertenece a un fondo ligado a LarrainVial.

Consultados al respecto, desde Colliers aseguraron que "esta modalidad es especialmente conveniente para los arrendatarios que tienen proyecciones de crecimiento a largo plazo", debido a que asegura la continuidad a las operaciones por un extenso periodo de tiempo. Y es que "frente a la escasez de espacios amplios y bien ubicados, sumado también a la gran alza de productos importados, hace que las empresas tengan que asegurar espacios de almacenamiento", explica Diego Castillo Labbé, gerente del Área Industrial de la consultora.

Factores como el fortalecimiento del e-commerce en el país tras los meses de pandemia han incidido, entre otras cosas, en la vacancia de los centros de bodegaje, que según el último informe de la consultora al segundo semestre de 2021 reportan un índice de apenas un 0,19%, la tasa históricamente más baja. 

Y el panorama futuro no es muy distinto, pues desde la firma ya proyectan que para este año la demanda de este tipo de inmuebles seguirá en aumento y no existirá disponibilidad inmediata de bodegas.

Arriendo con un año de anticipación

Si bien, al cierre de 2021 los centros de bodegaje anotaron una producción de 64.435 m2, que implica un 157% más de superficie que en 2020, dichos espacios no fueron suficientes para contrarrestar la alta demanda de este tipo de inmuebles. Y no solo su oferta bajó, sino que además el precio promedio de estos espacios se ubicó en 0,210 UF/m2, lo que representa una significativa alza respecto al año anterior (0,113 UF/m2).

En este contexto, pese a que se espera el ingreso de nuevos proyectos en torno a los 460.000 m2 durante el los segundos semestres de 2021 y 2022 -concentrados principalmente en el sector Norte y Poniente de la Región Metropolitana-, desde Colliers advierten que es probable que durante los primeros seis meses de este año "se arrienden todos los espacios de bodegas que estarán listos a principio del 2023", según dice Castillo. Por lo tanto, "la única forma de conseguir bodegas es haciendo estas reservas a un año de que estén terminadas", sostiene, y agrega que "hoy no existen bodegas disponibles con entrega inmediata, lo que se mantendrá para el próximo año".

De hecho, el ejecutivo señala que la búsqueda de grandes superficies de bodegaje por parte de las compañías de a poco está tomando fuerza. Y cuenta que actualmente la consultora tiene mandatos de búsquedas que superan los 120.000 m2. "Las empresas de retail son los principales involucrados en la búsqueda de espacios", comenta Castillo.

Entre las principales ventajas de este arriendo con anticipación y a largo plazo destacan el asegurar espacios y operaciones futuras a partir de acuerdos comerciales, y la flexibilidad de salida en caso de reducir o aumentar en algún tiempo determinado.

"Un ejemplo claro de lo que se está viendo hoy, es que al cerrar acuerdos comerciales en modalidad arriendo cuando un proyecto está en vías de desarrollo, hace que el futuro arrendatario pueda solicitar modificaciones según los requerimientos de este. Algo parecido al BTS (Build to suit o Construir a la medida)", comenta Castillo.

Mientras que entre las desventajas, indica que figura el hecho de que el arrendador tome la decisión de no seguir con el arrendatario, lo que implica una salida según condiciones de contrato. Y por otro lado, "puede suceder que los planes de proyección del arrendatario no son los esperados y tengan que abandonar anticipadamente el inmueble, esto obviamente hace que tengan que cumplir con las obligaciones del contrato", sostiene.